Peace Brigades International expresa su más profunda preocupación por las graves violaciones a los Derechos Humanos que están ocurriendo en el contexto de la guerra en Ucrania y por la escalada bélica del conflicto.

“Como organización comprometida con la paz, la resolución noviolenta de conflictos y el fin de la militarización, sumamos nuestra voz a quienes piden el fin inmediato de esta guerra.”

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ya ha registrado 1.761 bajas civiles (incluidas 636 muertes) en Ucrania desde el 24 de febrero (cuando comenzó la agresión de Rusia) hasta el 13 de marzo. La OACNUDH ha declarado que “cree que las cifras reales son considerablemente más altas”.

El envío de material bélico así como la legitimización de un discurso belicista nos genera extrema preocupación

A pesar del llamado del Secretario de la ONU, Antonio Guterres, al “cese inmediato de las hostilidades y la promoción de negociaciones serias basadas en los principios de la Carta de la ONU y el derecho internacional”, muchos países han respondido con el envío de material bélico y promesas de aumentar el gasto militar. Nos preocupa el impacto de dicha iniciativa, ya que podría derivar en la perpetuación del conflicto armado y del sufrimiento para la población civil a nivel mundial. Asimismo, nos preocupa que bajo el lema de la “seguridad”, se reconozcan como “aliados importantes” de la OTAN a países y ejércitos sobre los cuales existen denuncias y sentencias de graves violaciones a los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad.

“Desde PBI hacemos un llamado a todas las partes, en particular líderes políticos y medios de comunicación a cuidar extremedamente su lenguaje en el marco de discursos públicos, y en especial, a explorar todas las vías diplomáticas posibles para la construcción de un escenario de paz.”

En un escenario de polarización internacional, la estigmantización de las posiciones pacifistas es alarmante

Lamentamos las más de 14.000 personas arrestadas en Rusia en protestas contra la guerra desde que comenzó la agresión contra Ucrania hace tres semanas, la entrada en vigor el 4 de marzo en Rusia de una ley que criminaliza las protestas contra la guerra y la información independiente, con penas de hasta 15 años de prisión. Asimismo, los castigos aplicados por Rusia y Ucrania, a objetores de conciencia que se niegan a participar en la guerra. También nos preocupa la situación de las personas defensoras de Derechos Humanos en ambos países.

“Desde PBI nos solidarizamos con las diferentes iniciativas de la sociedad civil ucraniana y rusa que están llevando a cabo estrategias de apoyo mutuo y alternativas de carácter noviolento en medio de la guerra, en particular con las organizaciones y movimientos de mujeres.”

En un escenario global marcado por la emergencia climática, el deseo de dejar de financiar al ejército ruso al detener las exportaciones rusas de petróleo y gas a Europa, no debe resultar en más extractivismo en lugar de acción climática

Por ejemplo, el gobierno canadiense ha declarado que podría aumentar su producción de petróleo en 200.000 barriles por día para compensar las exportaciones de petróleo ruso a Europa. Al mismo tiempo, la empresa canadiense TC Energy continúa construyendo el gasoducto fracturado Coastal GasLink en el territorio de Wet’suwet’en sin consentimiento libre, previo e informado. En particular, el acero para ese oleoducto provino de Evraz PLC, cuyo mayor accionista es un oligarca ruso.

“Desde PBI hacemos un llamado a promover legislaciones vinculantes que obliguen a las empresas a respetar plenamente los Derechos Humanos en toda su cadena de suministro y garantizar una inversión económica, social y ambiental sostenible.”

El discurso dominante de seguridad asociado a la militarización de las sociedades supone un retroceso. Miles de millones más gastados en armas no harán que el mundo sea más seguro

En 2020, el gasto militar en el mundo continúo creciendo hasta casi 2 billones de dólares, un incremento de 2,6% en relación al 2019. Rusia gastó 61.700 millones de dólares, mientras que Alemania, España, Francia, Italia, los Países Bajos, el Reino Unido y Canadá gastaron en conjunto 246.600 millones de dólares. Estados Unidos gastó 778 mil millones de dólares, lo que elevó los gastos de la OTAN a más de 1.000 millones en 2020. Desde el inicio de la guerra, la tendencia se acentúa, y países como España, Alemania, Francia y Canadá han declarado que aumentarán su gasto militar. España actualmente gasta el 1,4% de su PIB en el ejército. Su gobierno ahora dice que aumentará al 2%. Canadá gasta el 1,39% de su PIB en el ejército. Su Ministro de Defensa ahora busca "superar el nivel del dos por ciento", lo que significa alrededor de 20 mil millones de dólares más por año.

“Desde PBI apostamos por un concepto de seguridad vinculado con la protección de los Derechos Humanos, con el cuidado de la vida, los ecosistemas y los bienes comunes. La intensificación de la conflictividad en esta guerra así como en otras silenciadas y de baja intensidad apela a la necesidad urgente de fortalecer los instrumentos civiles y de cooperación al desarrollo orientados a la gestión de conflictos y la promoción de una paz efectiva y duradera.”

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